Como cada temporada, esperaba ansiosa dos desfiles: el de Dolce&Gabbana y el de Versace. Uno me ha encantado y el otro... el otro no ha llegado a defraudarme pero sí me ha dejado bastante indiferente.
El desfile de Dolce&Gabbana ha sido una explosión de lujo, barroquismo y belleza desde las invitaciones hasta la gran "finale", pasando por unos complementos que han sabido como aumentar el valor de esta gran colección.
Tanto el maquillaje como el peinado destacan por una gran sencillez. La mujer es bella en esa sencillez, con una cara de aspecto lavado y el pelo recogido en un sencillo moño, con raya al medio.
Pero esa sencillez en el maquillaje y peinado se rompe con unos complementos barrocos y recargados que elevan este look al "summum" de la belleza. Diademas, horquillas, pendientes y collares, bañados en oro y perlas.
La colección está repleta de magníficos looks: faldas hasta la rodilla, abrigos-capa, encajes, vestidos estampados con flores y ángeles, brocados dorados en vestidos, faldas y abrigos... y algún toque de print animal que no puede faltar en ninguna de sus colecciones. Aquí os dejo algunas de las imágenes que más me han gustado.
Respecto a la colección de Versace, poco hay que decir. La mujer no está bella. Esas pelucas con flequillo no favorecen a las modelos y el maquillaje da sensación de look sado-maso o de guerrera del futuro. Nada que ver que la imagen sensual y sofisticada que tanto gustaba a Gianni.
Respecto a la colección, encontramos motivos como cruces y el propio nombre de la casa, tejidos metálicos y placas que recuerdan a Paco Rabanne... Los colores van del negro al rojo, pasando por el amarillo característico de la casa. Pero, sinceramente, no he visto nada que destacar en el desfile. Aquí os dejo algún look más para que os formeis vuestra propia opinión.
No os preocupéis. Os dejo alguna imagen más del backstage de Dolce&Gabbana para que os marcheis con buen sabor de boca :)