miércoles, 30 de mayo de 2012 7 comentarios

Hotel Cap Rocat, un Remanso de Paz

     Aquí estoy de nuevo. Parece que ya recuperada de una semana en Palma de Mallorca, a donde acudí a la boda de una de mis mejores amigas. La boda fue preciosa, divina... llena de sentimiento. El novio, elegantísimo; y la novia... ¿qué decir de la novia? ¡¡Bellísima!! Y no lo digo porque sea mi amiga, sino porque de verdad lo estaba. Radiante al máximo y con la sonrisa constantemente en su cara. Aquí os dejo una foto de mi vestido del que ya os hablé en una ENTRADA anterior, con el que bailé horas y horas, hasta que el sol salió y mis pies ya no aguantaron más.


     Pero os quiero hablar del lugar que eligieron  para juntarnos a todos: el HOTEL CAP ROCAT Este fantástico hotel es una antigua fortaleza militar construida a finales del S.XIX. Una fortaleza que, afortunadamente, nunca ha tenido que afrontar ningún ataque enemigo. La pérdida de Filipinas y Cuba, en 1898,  sumió al país en una crisis económica, social y política, de la que no se salvaron los habitantes del pueblo mallorquín de Llucmajor. La mayoría de ellos habían abandonado el trabajo de sus tierras hacia 1870 para desarrollar una floreciente industria de calzado, con el mercado de ultramar como principal cliente. Y así pues, tras la pérdida de este mercado, la crisis se avecinaba. El gobierno estatal ideó una solución, cuando menos, curiosa: la construcción del fuerte militar de Cap Enderrocat, al sur de la Bahía de Palma, en la que ocupó a todos los zapateros sin trabajo de Llucmajor. 
     A día de hoy, ese antiguo fuerte se ha convertido en un lujoso hotel que destaca por su sencillez y su tranquilidad. Está emplazado en una zona declarada Área Natural de Especial Interés Ecológico, rica en fauna y flora, por lo que pasear por sus rincones(su profundo foso, las caponeras y caminos) es algo de lo más recomendable.


     La zona del hotel donde mejores momentos pasamos esta semana pasada es el Sea Club, situado al borde de la Cala de la Reina. Las vistas a la bahía de Palma no tienen precio y ver sus azules del mar enamoran a cualquiera e incitan a darte un bañito en sus aguas cristalinas. La cocina es excelente; sobre todo, el pescado fresco y los langostinos ¿Por que será que el pescado sabe cien mil veces mejor cuando lo comes junto al mar..?


          Otra cosa de la que estoy enamorada de este hotel son las suites. Las habitaciones son preciosas. Aunque todas siguen la misma línea, cada una de ellas tiene un toque único que la hace especial. La mayor parte de ellas ocupan las antiguas troneras de los cañones y, por lo tanto, sus vistas del acantilado son únicas; mientras que unas pocas ocupan las antiguas dependencias militares en el interior de la fortaleza.

     
     Han sido unos días maravillosos, disfrutando de este magnifico hotel que a todos os recomiendo, no sólo por la tranquilidad que le rodea sino por su excelente servicio. Desde aquí  quiero agradecer a todo el equipo del hotel por su buen servicio y su paciencia con nosotros, porque lidiar con tanta gente joven no ha tenido que ser nada fácil. Unos iban, otros venían; todos pedíamos a la vez...no sólo dos Caipirinhas de fresa, sino 10; y, de repente, otro quería sangría; y el de más allá, champán y un arroz negro... Lo que os digo: una locura pero que ellos han sabido manejar a la perfección, siempre con una sonrisa en la cara.
     Si alguna vez necesitáis una escapada, no lo dudéis. Cap Rocat no os defraudará. Su arquitectura, su tranquilidad, sus vistas... todo ello hará de vuestra estancia algo inolvidable.





lunes, 7 de mayo de 2012 9 comentarios

Mis Aventuras en el Reino de Bahrain

     Hace mucho que no escribo en el blog. Los que me conocéis personalmente sabéis que he estado pasando unos días en casa de una de mis mejores amigas en Bahrain. No es la primera vez, ni será la última. Adoro Bahrain y adoro a sus gentes. Son terriblemente amables; algo que, por desgracia, ya se ha perdido en España y, sinceramente, no sé porqué.
     Todavía recuerdo el día que volvía de Valladolid a Madrid con una maleta superpesada y casi me caigo al intentar subirla por las escaleras de la estación de metro de Manuel Becerra (quienes conocéis esa estación, también conocéis esas escaleras asesinas para personas con maletas o personas discapacitadas... ¡Que pongan un ascensor ya, por favor!) Recuerdo que bajaba un grupo de hombres y ninguno me ayudó. De hecho, se rieron de mi  y de mi "torpeza". Un chico que venía detrás de mi me cogió gentilmente la maleta y me la subió hasta la plaza. Uff...yo no podía parar de darle las gracias y el pobre me sonreía y movía la cabeza. Cuando al llegar a casa, llamé a una amiga y se lo conté, ella me dijo: "¿Qué le ocurría?¿Estaba borracho o era extranjero?" ¡Ay, qué inteligente mi amiga! Obviamente, el chico era extranjero y apenas sabía español; por eso, sonreía y movía la cabeza...
     Ahora viajemos a unos miles de kilómetros más allá: aeropuerto de Al Muharraq, Bahrain. Una joven aterriza y al recoger la maleta, descubre que no puede enviar mensajes, ni siquiera llamar. Sale fuera y no ve a su amiga. Con nervios, sigue intentando llamarla mientras sube a la parte de arriba pero por alguna extraña razón su telefono no quiere trabajar. También se ha cogido vacaciones. Pregunta a la gente por una cabina y unos chicos le indican que se acerque a una tiendecita de Batelco (algo así como Movistar aquí) Al llegar la chica le explica al de la tienda lo que ocurre. El chico le pregunta si es una llamada local y al decirle que sí, él se ofrece a llamar desde el teléfono de la tienda a su amiga, sin cobrarle nada a cambio. Las amigas finalmente  se ponen en contacto, se encuentran y colorín colorado, este cuento se ha acabado. Estoy convencida de que si esto mismo me hubiese pasado en España, aún seguía dando vueltas por el aeropuerto buscando una cabina y cambio para poder llamar. Obviamente, nadie me iba a cambiar si no compraba algo... En vez de cuento, habría sido una pesadilla...
     Estoy segura que nosotros no siempre hemos sido así ¿Qué nos está pasando? ¿Por qué esta falta, ya no sólo de caballerosidad, sino de gentileza y educación? Siempre me he considerado una persona moderna pero no creo que la modernidad esté reñida con la educación... ¿Por qué si se ve a una embaraza o un anciano, nadie les cede su asiento en el trasporte público? ¿Por qué ya los hombres no te abren las puertas? ¿Por qué ninguno se ofrece a pedir por ti en el restaurante y sorprenderte con el menú?

Worl Trade Center (Manama)
     Uyuyuyyyy... que me pierdo, que yo quería hablaros de Bahrain. Bueno, pues después de esta gran aventura en el aeropuerto, llegó la gran aventura de la Fórmula 1. Sí, tuve la oportunidad de acudir  pero para decepción de muchos de vosotros, y a pesar de tener una magnífica entrada, ví la carrera en un televisor, desde una carpa cubierta, y con una barra que nos suministraba bebidas constantemente. Lo siento, hacía demasiado calor allí fuera. Eso sí, los coches pasaban al lado de la carpa y el sonido era ensordecedor. No oía nada de lo que decía el televisor; así que estaba concentrada en las imágenes. Por suerte, Alonso quedó por delante de Hamilton. Y entonces un grupo de musica empezó a tocar y todos nos pusimos a bailar...
     Antes de comenzar la carrera, estuvimos paseando por el paddock, saludando amigos, comiendo algo. El ambiente era increíble. Estaba llenísimo de gente de todas las partes del mundo. Pero lo que más  me sorprendió y más gracia me hizo fue la gran cantidad de camisetas del Real Madrid y el Barça que por allí vi. Y ¡ninguno era español! El marketing de estos dos equipos es impresionante. Mueven auténticas masas. Y, de hecho, unos días después nos reunimos en la terraza del Hotel Ritz un grupo de amigos para ver el partido del Bayern de Munich contra el Madrid. Sobra decir que las únicas españolas eramos mi amiga y yo, ¿verdad?


Circuito de Bahrain
Espectacular, ¿verdad?

     Pero aunque tanto el Real Madrid como el Barça son idolatrados allí, no ocurre lo mismo con Alonso. Casi todos mis conocidos apoyaban a Hamilton.  Por supuesto que les expliqué que mi "odio"  a Hamilton es una especie de sentimiento nacional y que, aunque Alonso no es el más simpático de la F1, siempre iré a muerte con él. Y con De La Rosa, por supuesto. Alli nos encontramos con un grupo de españoles que están trabajando en Bahrain e hicimos un bonito grupo de "Españoles por el Mundo" Ni cantamos el "Asturias, Patria Querida" ni "Paquito el Chocolatero" pero fue divertido encontrarse con gente tan simpática y posar con nuestra bandera.


          No quiero aburriros más con mis aventuras en Oriente Medio. Prometo contaros más sobre Bahrain en otra entrada...    ;)



 
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