lunes, 12 de noviembre de 2012 6 comentarios

Elizabeth Taylor, la Mujer que lo tuvo Todo

     Indiscutiblemente, si se habla de divas y de joyas, hay que hablar de Elizabeth Taylor, una mujer bellísima de ojos violetas, la gata sobre el tejado de zinc, la Cleopatra de Hollywood.    

    
     Nacida en Inglaterra, aunque de padres norteamericanos, triunfó muy jóven en Hollywood. Tras participar en varias comedias de escasa calidad, se hizo famosa a los 12 años con la película de tema hípico "National Velvet" a la que siguieron otras como "El Coraje de Lassie" o "Mujercitas" Pero fue en su juventud cuando supo explotar toda su belleza y sensualidad con películas como "La gata sobre el Tejado de Zinc", "Gigante", "Cleopatra" o "¿Quién teme a Victoria Woolf?" 
National Velvet
       Se casó 8 veces; 2 de ellas con Richard Burton. Aquellos que la conocían afirmaban que era una mujer muy convencional en el amor, que no era proclive a las relaciones fugaces,que si se había casado tantas veces era porque tenía una rara costumbre: casarse con todo aquel con el que se acostaba.  
     No obstante, tal como ella reconoció sus grandes amores fueron Michael Todd (su tercer marido), Richard Burton (su relación más pasional y tormentosa) y las joyas.
     Se separó 7 veces y enviudó en una ocasión. Fue madre en 4 ocasiones y abuela, en 10. Y se estima que su colección de joyas alcanzó los 150 millones de dólares.... Incluso escribió un libro "Elizabeth Taylor: Mi idilio con las joyas" (2002) y si hay algo que la enaltece, que la convierte en una mujer aún más bella, son sus actividades humanitarias y, en especial, su lucha contra el SIDA. Dejó claro que sus joyas debían salir a subasta para recaudar fondos para la fundación benéfica que lleva su nombre, The Elizabeth Taylor AIDS Foundation, y que lucha contra el SIDA: “No me creo la dueña de ninguna de estas piezas. Soy su custodia. Me pregunto dónde terminarán, porque un día serán subastadas y esparcidas por los cuatro rincones del planeta. Espero que quien las compre les dé un verdadero hogar” 


Taylor y Todd, junto a su única hija, Elizabeth
     Y es esta historia de amor con las joyas de la que vamos a hablar. Una historia de amor unida principalmente a los otros dos grandes amores de su vida: Michael Todd y Richard Burton.
     Su primera pieza la adquirió en 1945, pero fue en 1957, cuando se casó con Mike Todd, cuando comenzó su verdadera afición por la alta joyería. Aún así, su madre recuerda que su pasión le venía desde la cuna y ella bromeaba diciendo: "Mi madre decía que no abrí los ojos hasta los ocho días de vida, pero que cuando lo hice, lo primero que vi fue su anillo de compromiso"
     El primer gran regalo de Mike fue una magnífica y antigua tiara, que ella utilizaba tanto para ir a cenas o importantes eventos, como para bañarse en la piscina, según su humor le requiriese "Eres mi reina y pienso que deberías tener una tiara", contaba Elizabeth que le dijo en el momento de regalársela. La primera vez que la lució fue en los Oscar y recordaba Taylor en sus memorias que fue una noche mágica, ya que la película de Mike (productor cinematográfico), "La Vuelta al Mundo en 80 días", ganó el Oscar a la mejor película. "Por aquel entonces no estaba de moda llevar tiara, pero de cualquier modo la llevaba porque él era mi Rey", aseguraba la actriz.




     El siguiente gran momento ocurrió en la piscina de La Fiorentina , villa que habían alquilado en la Riviera francesa. Mientras Elizabeth se bañaba con su tiara,Mike apareció con una caja de joyería. Tras ponerle un magnífico collar de diamantes y rubíes rojos, le colocó un brazalete en la muñeca y después llegaron los pendientes. 50 años más tarde, Taylor recordaba que "como no había espejo, tuve que mirarme en el agua; las joyas eran tan fantásticas, ondulando el rojo sobre el azul, justo como en un cuadro. Chillé de alegría y tiré a Mike a la piscina conmigo" Esta escena está grabada en un video casero. La cara de Elizabeth lo dice todo.



Cartier
     Esta afición por las joyas se vio incrementada tras su boda con Richard Burton, quien la agasajó con fastuosas joyas como el diamante Krupp y la Perla Peregrina
     El nombre de La Peregrina hace honor a su ajetreada historia y está considerada una de las gemas más valiosas y legendarias de la Historia de Europa, una de las perlas con forma de pera más grande y simétricas en el mundo. Descubierta en Panamá en el siglo XVI, pasó a manos del rey Felipe II de España, formando parte de las joyas de la Corona de España, y fue exhibida por las reinas María I de Inglaterra, Margarita de Austria, Mariana de Austria, Isabel de Borbón y María Luisa de Parma (se puede ver a varias de las nobles luciendola en los retratos de Velázquez), mucho antes de que Napoleón Bonaparte III la heredara de su tío, José Bonaparte I, en 1844, y muchísimo antes de que Burton la adquiriese en una subasta por 37.000$ y se la regalase a Elizabeth por su 37 cumpleaños. Pero lejos del miedo a la ostentación, la pareja colaboró con Cartier para hacer de ‘La Peregrina’ una joya completa, un enorme collar lleno de rubíes y diamantes.


Felipe III de España / Margarita de Austria
La Perla Peregrina en el collar de Cartier
Cartier
     Durante el rodaje de "Cleopatra" y como regalo de compromiso, Burton le dio un collar de esmeraldas y diamantes, cuyo colgante también puede utilizarse como broche. Posteriormente, le regaló también un anillo, brazalete y pendientes a juego. Como ella confesaba: "Richard era tan romántico que utilizaba cualquier excusa para regalarme una joya" Estas recibieron el nombre juego de la Gran Duquesa Vladimir.



Bulgari
     Durante la celebración del 40 cumpleaños de Elizabeth, Richard le regaló el diamante Taj Mahal. Como él mismo comentó divertido tras comprarlo: "Me hubiese gustado comprarle el Taj Mahal pero habría costado demasiado transportarlo"
     Este diamante está asociado con una de las más grandes historias de amor en el mundo. El Sha Jahan recibió este diamante de su padre y decidió regalárselo a la más querida de sus esposas, la Reina Mumtaz-i-Mahal. Cuatro años después. Mumtaz murió mientras daba a luz y el dolido Sha mandó edificar el Taj Mahal para mantener viva su memoria. En el interior del diamante está inscrito "El amor es eterno" en parsi.
     Una vez que el Taj Mahal estuvo en su posesión, Elizabeth cambió el cordón de seda original por otro de diamantes y rubíes.


Diamante Taj Mahal
     En otra ocasión, tras una discusión en la que Burton despreció las manos de Elizabeth, ésta se encaprichó de una pieza. Burton sabía que el insulto le iba a salir muy caro pero no podía imaginarse cuanto...
     Burton se puso un límite de un millón de dólares pero Cartier finalmente consiguió la pieza tras una dura puja con, entre otros, Aristóteles Onassis y su precio ascendió a un millón cien mil euros. Este diamante de 69'42 kilates recibió el nombre de diamante Taylor-Burton. Al principio, Elizabeth lo llevaba como anillo pero debido a su gran tamaño pidió a Cartier una cadena también de diamantes. Por suerte el encargo estuvo terminado para el cuarenta cumpleaños de la Princesa Grace de Mónaco...
     Posteriormente, Elizabeth lo vendió por 3 millones de dólares para ayudar económicamente en la carrera política de su marido  John Warner.  Siempre se arrepintió de haberlo vendido.

En el 40 cumpleaños de Grace de Mónaco

Diamante Taylor-Burton
     Richard Burton adquirió el diamante Krupp, de 33'19 quilates, en 1968 y está considerado uno de los diamantes más puros. La familia Krupp había apoyado a los nazis durante la 2ª Guerra Mundial y tal como recordaba la propia Elizabeth: "Cuando salió a subasta a finales de los 60, pensé qué perfecto sería si una bella chica judía como yo lo poseyera"


Diamante Krupp
     Pero Elizabeth no sólo recibió regalos de sus amados, sino que también ella compró magníficas piezas y como resultado su colección cuenta con ejemplos exquisitos de los más célebres diseñadores de joyería, incluyendo BVLGARI, Boucheron, Cartier, JAR, Schlumberger, Tiffany, y Van Cleef & Arpels. Elizabeth taylor tenía un magnífico ojo para las joyas.
     Una de esas grandes joyas fue el broche con el escudo de armas del Príncipe de Gales, cuyo valor asciende a 400000€.  Años antes Elizabeth había alabado la belleza del broche a la Duquesa de Windsor, la norteamericana Wallis Simpson, y ésta le había dado permiso para hacerse una réplica. Pero Elizabeth sabía que ninguna réplica alcanzaría la belleza de ese broche. Sin embargo, nunca se olvidó de la joya y cuando salió a subasta, pagó por ella un alto precio por dos razones: para recordar a su amiga y porque  los beneficios de la puja iban destinados al Instituto Pasteur, líder en la investigación sobre el SIDA.

Broche Príncipe de Gales


Broche Duquesa de Windsor

        Otra gran adquision de Elizabeth fueron unos aretes de diamantes y zafiros multicolores que el joyero Joel Arthur Rosenthal, JAR, creó para representar la visión que Taylor y le mundo tenían del color. Tal como ella le explicó: “Mis ojos son azules, como los suyos, y a veces verdes. Es la demás gente la que piensa que son violeta”

JAR
     Y podría seguir y seguir...porque la colección de la Taylor parece no tener fin...




Collar Edith Head

Juego de esmeraldas. Bulgari

Collar Sautoir. Zafiros y Diamantes. Bulgari

Collar de la Abuela. Van Cleef & Arpels


Broche "La Noche de la Iguana" Tiffany & Co

Collar Reina Margarita. Van Cleef & Arpels

     



miércoles, 7 de noviembre de 2012 14 comentarios

La Pasión por las Joyas de María Félix

     Aprovechando la nueva exposición de joyas de la Casa Cartier en el Museo Thyssen, mi idea era escribir un poco sobre joyas y sus famosas propietarias. Pero investigando acerca de ello, he sido atrapada por este mundo y por todas las historias que le rodean. Creo que no sería justa una sola entrada. Este mundo es enormemente rico en historias y anécdotas, así que hoy voy a comenzar esta andadura con una protagonista de excepción: la gran María Félix, la gran diva del cine mexicano.



     Mujer de deslumbrante belleza, también poseía una gran inteligencia, un carácter muy fuerte y una honestidad brutal. Por sus venas corría sangre indígena yaqui, por su padre, y española, por su madre, y como buena diva, se casó varias veces...


     La primera fue con 16 años y con Enrique Álvarez Alatorre, un vendedor de la firma de cosméticos Max Factor, con quien tuvo su único hijo. Una vez divorciada, abandonó Guadalajara y puso rumbo a Ciudad de México, donde comenzó su andadura cinematográfica por casualidad. Triunfó por su papel en la película "Doña Bárbara" y de ahí recibió el nombre que siempre la acompañaría: "La Doña"
     Posteriormente se casó con el compositor Agustín Lara, quien, como regalo de bodas, le compone el himno "María Bonita", que ella siempre consideró como un "regalo eterno" .A pesar de que Lara no era un hombre guapo,  María Félix estaba completamente enamorada y afirmaba "Yo lo veía guapo. La guapeza no es sólo un físico atractivo. Un hombre guapo es un macho con palabras de amor". Lo cierto es que le admiraba desde joven e, incluso, solía decirles a sus hermanas: "Un día me voy a casar con ese señor que canta tan bonito"Por desgracia, este matrimonio tan sólo duró 2 años...
     Tras un periplo por Europa, se casa, en México, con el actor Jorge Negrete. Todo un acontecimiento allí. Su matrimonio sólo duró 11 meses, pues él murió de hepatitis.
     Regresa a Europa y se casa con el financiero francés Alexander Berger, con quien vivía a caballo entre París y México. De éste, enviudaría 18 años después...
     Su última pareja conocida fue el pintor francés Antoine Tzapoff, 20 años más joven que ella...
     Además hubo otros hombres como Diego Rivera (el siempre inseparable de Frida Khalo), Carlos Thompson, Jorge Pasquel, Dalí, Alain Delon... Incluso se comenta que el Rey Faruk de Egipto le prometió una diadema de Nefertari si aceptaba a pasar una noche con él. Tal como ella misma afirmaba: "A mí el amor se me dio muy bien, para qué voy a negarlo. Siempre estoy acompañada por alguien que me ama y eso es bastante bonito porque te hace la vida"

     Mujer sensual, de bellos rasgos y ojos profundos y negros, enmarcados bajo unas cejas bien definidas, coleccionó maridos como la divina Liz Taylor y, como ella, también coleccionó joyas. 
     Famosa es su relación con la casa Cartier. Tras la muerte de Berger, con 61 años, un día entra en Cartier, se quita el abrigo de visón y le dice al dependiente: "Quiero que me hagan un collar igual que esta belleza" Los empleados enmudecen y llaman al encargado, quien baja sonriendo las escaleras pues conoce el carácter de la Doña y sus excentricidades. Esta vez se había superado a sí misma. Como si fuese una estola, llevaba una cría de cocodrilo. "¡Dense prisa!¡Crecerá pronto!" El encargado, recordando uno de los lemas del fundador de la casa, "nada es imposible", aceptó el reto y se puso a trabajar en ello. 
     Meses después, entregaba a la diva un collar compuesto de dos cocodrilos desmontables, creados con 1023 diamantes junquillo talla brillante con un peso total de más de 60 kilates, dos cabujones de esmeralda talla navette para los ojos, junto con dos cabujones de rubíes y 1060 esmeraldas, con un peso de más de 66 kilates. Perfectamente articulado, cada cocodrilo puede llevarse como broche. Para no dañar el cuello cuando se lleva en forma de collar, las patas interiores se reemplazan por motivos que las figuran encogidas.



    Otra de sus magníficas joyas es un collar de platino y oro blanco, 2473 diamantes talla brillante y baguette con un peso total de 178,21 quilates, en forma de serpiente, totalmente articulado, con ojos de esmeralda y compuesto de diamantes redondos y talla baguette, coloreados con esmalte rojo, verde y negro.



     También destacan unos pendientes de oro rosa y amarillo, diamantes y turquesas, en forma de serpientes enroscadas.

     
     
     No obstante, la Doña poseía otras magníficas joyas como un collar de rubíes de Agustín Lara, las esmeraldas que le regaló Jorge Negrete, su colección de serpientes victorianas repletas de turquesas y diamantes, los brillantes de Harry Winston, una serpiente rusa que adquirió en Nueva York... o sus joyas antiguas de los S. VXIII y XIX como la cadena elaborada de la que colgaba un medallón y que Antoine Tzapoff  sustituyó por otro en el que puede verse, por un lado, la cara de ella y, por otro, la de él.

     
     Además, ella siempre llevaba 3 pulseras de oro de 18 kilates, creadas por la firma Tane; cada una con su nombre en brillantes y un significado: una, "Puma Pumita" por el nombre que le dio Alex Berger; otra, "María Bonita" por Agustín Lara; y una tercera, "Doña Doñita" por todo el pueblo de México.
     Fue la más amada, la más deseada, la más odiada... Una mujer capaz de decir "No me des consejos, soy capaz de cometer errores yo sola";  respecto a las joyas:"Algunos amigos me han dicho que las perlas hacen llorar a la gente. A mi las únicas perlas que me han hecho llorar son las falsas"; así cuando una periodista le preguntó su edad, le contestó: "Mire, señorita, he estado muy ocupada viviendo mi vida y no he tenido tiempo de contarlos"; o cuando explicó porqué nunca trabajo en Hollywood pero sí en Europa. Decía que allí sólo le ofrecían papeles de india: "Las indias las hago en mi país. Fuera sólo encarno a reinas"
     Mujer de gran temperamento encandiló a poetas, pintores, actores, banqueros... a todo aquel que se le pusiera por delante. No en vano su belleza animal la precedía. La bella con corazón de hombre y con una gran pasión por las joyas en forma de reptil.






 
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