Loewe: clase y tradición

     La semana pasada tuve la suerte de acudir a la a la cena anual que Loewe realiza para sus empleados y amigos. He de decir que la decoración del local me encantó, pues todos los muñecos característicos de la marca estaban allí presentes. En ella se hizo un recorrido por las nuevas tiendas de la firma; se reconoció a los trabajadores más veteranos y a los más entregados; se hizo un balance de las ventas del año que, por supuesto, fueron números positivos... muy, muy positivos... Y como no, acabó con una sesión de baile que recorrió los grandes éxitos de todos los tiempos.

         
     La historia de esta firma se remonta a 1846, año en que se creó un taller de marroquinería en la calle Lobo de Madrid. En 1872, Enrique Loewe  Roessberg, un artesano alemán llega a Madrid y se asocia al taller de marroquinería, creando Loewe. Pero no fue hasta 20 años después cuando la firma alcanzó una gran notoriedad, llegando incluso a ser el proveedor oficial de la Casa Real española, título que le fue entregado por Alfonso XIII.

     Años después empezaría la expansión internacional de la casa: Inglaterra (1963), Japón(1973)... Por tanto, el éxito y desarrollo de Loewe no es algo accidental ni algo reciente, sino que viene de atrás y todo ello debido al gran trabajo de su equipo y la calidad de sus productos. Así fue como en 1987 Loewe llega a un acuerdo con el grupo de artículos de lujo LVMH para reforzar su expansión internacional y, finalmente, en 1996 fue comprada por este grupo.

     Su línea más conocida es el Loewe Amazona,que nació en los años 70 como un símbolo de libertad de la mujer, cuando las mujeres empezaron a romper las barreras  sociales, culturales y políticas y desde entonces ha ido reinventándose hasta nuestros días sin perder ni una gota de su glamour y su modernidad.

    

     Pero Loewe no se limita  a la marroquinería...

    
     También cuenta con una amplia gama de perfumes, como "Agua azul", "Aire", "I Loewe you", "Gala" y "Quizás, quizás, quizás", entre otros, para mujer.
     Su perfume más reciente para hombre es "7 Loewe" y su nombre hace referencia a los siete pecados capitales, las siete maravillas del mundo, los siete colores del arco iris y las siete leyes cosmicas. El 7 es un número mágico,  a medio camino entre lo humano y lo divino, entre la perfección y la imperfección. Además,  el azul de su botella fue cuidadosamnete seleccionado. Se trata del "azul pavo real", color muy utilizado en los trajes de luces de los toreros; no en vano, la imagen de este perfume es Cayetano Rivera, pues, para Loewe, la figura que mejor puede representar estos valores es la figura del torero: la masculinidad del torero se entrelaza con la delicadeza de sus movimientos, que representa la feminidad. Del mismo modo, el torero representa a un hombre moderno que se adapta a los tiempos reales pero sin perder sus raíces. Quién mejor que un torero de casta y familia para representar a esta casa española...

     Pero Loewe no se queda aquí. Cuenta también con una línea de prèt-a-porter tanto femenina como masculina, muy valorada principalmente por sus prendas de piel y entre sus diseñadores ha contado con Narciso Rodriguez y José Enrique Oña Selfa.

    
      Y por si fuera poco, en 1988, se creó la Fundación Loewe, destinada a la promoción de jóvenes valores en poesía, danza, música y diseño.

     Loewe representa el estilo, la clase... la calidad y la tradición... el buen hacer... Loewe es una firma española que ha sabido adaptarse a los tiempos cambiantes y no me cabe la menor duda que habrá Loewe para mucho tiempo.