La historia del Titanic es una de esas historias por todos conocida y más de una vez llorada. Una historia que inspiró, entre otras, la gran película de James Cameron, con Leonardo diCaprio y Kate Winslet como protagonistas y ganadora de 11 Oscars. Pero, por desgracia, el Titanic no fue sólo una película, sino un hecho real en el que murieron más de 1500 personas de diferentes nacionalidades.
Capitán Smith |
Creo que la historia es bien conocida: el Titanic, el mayor barco del mundo en su momento, se hundió tras chocar con un iceberg en el Atlántico Norte la madrugada del 15 de Abril de 1912. El barco había sido diseñado para ser lo último en lujo y comodidad, pues entre sus pasajeros se esperaban algunas de las personas más ricas del mundo: Benjamin Guggenheim (magnate de la industria del cobre), Isidor Straus (fundador de los prestigiosos almacenes Macy's), George Dunton Widener (heredero de la mayor fortuna de Filadelfia, gracias a la construcción de tranvías), la Condesa de Rothes...
Aunque también habría un gran número de inmigrantes irlandeses, británicos y escandinavos, que viajarían en los camarotes de 2ª y 3ª clase.
Su naufragio conmocionó e indigno al mundo. Sólo contaba con botes salvavidas para 1178 personas, es decir, poco menos de la mitad de los pasajeros que se encontraban en su viaje inaugural (y eso que el barco no iba completo...) Tras el choque, algunos de los botes no se llenaron del todo y muchos de los hombres que fallecieron se debió al estricto protocolo de salvamento de la época que se regía por el "mujeres y niños, primero"... Gracias a que el Carpathia se acercó hasta el lugar del trágico accidente, muchos evitaron morir por congelación...
Pero no es de la historia en sí de lo que quiero hablar, sino de la exposición que hasta el 6 de Marzo del próximo año (2016) se está realizando en el Centro Cultural de la Villa "Fernán González". En ella se pueden ver más de 200 objetos originales, visitar recreaciones de las habitaciones e instancias interiores del barco y conocer la historia de alguno de sus protagonistas. Sinceramente, a mi me ha encantado, aunque se sale de allí con una extraña sensación de tristeza. Todos conocemos la historia en general pero el que te cuenten historias particulares, te llega al corazón.
Camarote de 1ª |
Pero en la película no todo es ficción. Existen personajes reales, como "la insumergible Molly Brown", Margaret Brown, quien era rechazada por sus compañeras de primera clase por "vulgar" y "nueva rica"; pero que se convirtió en una heroína al "confiscarle" su bote salvavidas al oficial de intendencia al cargo y volver a la zona del hundimiento para recoger a posibles supervivientes. Además, una vez recogidos por el Carpathia ayudó a realizar la lista de los supervivientes y actuó como interprete por sus conocimientos de francés y alemán. Asimismo, realizó una colecta entre los rescatados de primera clase y los pasajeros del Carpathia en beneficio de los emigrantes que habían perdido todo en el hundimiento. Ya una vez en Nueva York, entregó medallas a cada uno de los miembros de la tripulación del Carpathia por su gran ayuda. Una gran mujer, preocupada por el bienestar de los demás.
Margaret Brown |
Otros personajes que llamaron mi atención al ver la película fue una pareja de ancianos que rehúsan subirse al bote salvavidas y deciden morir juntos. Esta pareja no es otra que Isidor Straus, uno de los fundadores de los almacenes Macy's de Nueva York, y su mujer Rosalie Ida. Debido a su avanzada edad, el señor Straus fue invitado a subir al bote junto a su mujer y su doncella, pero él se negó amablemente, diciendo: "No subiré a ese bote antes que cualquier otro hombre"; ante esto, su mujer contestó: "Hemos estado viviendo juntos muchos años y dondequiera que vayas, yo voy". Después, unos dicen que los vieron dirigirse a su camarote y otros, al gimnasio de la cubierta de botes... Lo que sí se sabe es porqué se quedaron. Su doncella no abandonó el bote. El cadaver del señor Straus fue encontrado y enterrado en Nueva York en una tumba con el nombre de los dos y una inscripción que reza: "La inmensidad de las aguas no ahogará el amor, ni las grandes inundaciones lo engullirán"
Diréis que soy una romántica pero esto me hace pensar que el amor existe ¿Dónde está? No lo sé, pero ellos son un claro ejemplo de que existe ¿De qué sirve todo el dinero del mundo, de qué sirven los mayores lujos, si no puedes disfrutarlo con la persona que amas una vez que la has encontrado?
Diréis que soy una romántica pero esto me hace pensar que el amor existe ¿Dónde está? No lo sé, pero ellos son un claro ejemplo de que existe ¿De qué sirve todo el dinero del mundo, de qué sirven los mayores lujos, si no puedes disfrutarlo con la persona que amas una vez que la has encontrado?
Isidor Straus |
También se comenta que el Titanic tuvo su propia historia de amor, al más puro estilo hollywoodiense: un rico heredero británico se enamoró de una criada y para poder vivir su amor, compró billetes en el Titanic para huir a América. Como señal de su amor le regaló un colgante con una esmeralda aunque, claro, no tan grande como el de la película de Cameron. Por desgracia, él nunca llegó a América. Ella, sí y a los nueve meses, nació el fruto de su amor... Siento no recordar su nombre, pero si vais a la exposición, allí os lo contarán todo.
También el Titanic tiene su toque español. En él viajaban 10 españoles, repartidos en primera y segunda clase. En la exposición se habla de una pareja de recién casados en su luna de miel. Esta pareja, Víctor Peñasco y Castellana y Mª Josefa Pérez, llevaban diecisiete meses de luna de miel, ¡ahí es nada! Víctor era un rico heredero español y a pesar de la reticencia de su madre a que se embarcasen en el Titanic, así lo hicieron. Pero dejaron en el hotel de París, un criado encargado de enviar semanalmente una carta a su madre haciéndose pasar por ellos. Desgraciadamente, Víctor no sobrevivió...
Víctor Peñasco y su esposa. |
Ver todos esos objetos: la vajilla, los vestidos, el colgante en el que se basó la historia de la película... hace que te plantees muchas cosas pero, principalmente, lo efímero de la vida. Así que desde aquí os animo a disfrutar de cada día, de cada "ahora"... porque el ahora es lo único que tenemos claro que viviremos ;)
¡Hasta pronto, amigos!