"El 11 de Marzo del 2011, la tierra tembló y una ola gigantesca se tragó una parte del bello Japón..." Si esto hubiese sido así, quizá hoy no estuviese contando esta historia. Por desgracia, como consecuencia del terremoto y del tsunami, en la central de Fukushima empezaron a sucederse una serie de fallos tecnológicos, culminando con la pérdida completa de control sobre la central y sus reactores. A consecuencia de estos incidentes surgieron evidencias de una fusión del núcleo parcial en los reactores 1, 2 y 3. Y también se sucedieron múltiples incendios en el reactor 4... El miedo a filtraciones de radiación llevó a las autoridades a evacuar un radio de veinte kilómetros alrededor de la planta, extendiendo luego este radio a treinta y posteriormente a cuarenta.
Tomioka es una ciudad situada junto a la central y cuyos habitantes se vieron obligados a abandonar urgentemente sus casas, dejando todo atrás...incluso a sus animales de compañía. Todos, menos uno: Naoto Matsumura.
Matsumura decidió quedarse allí para cuidar de sus animales pero, para su sorpresa, fue encontrándose con más y más... y, a día de hoy, dedica más de ocho horas a alimentar a los animales de Fukushima.
Vive junto a sus 3 perros: Taro e Ishimatsu, y el tercero, un pequeño huérfano que encontró: Kiseki. "Kiseki" significa "milagro" y ahora entenderéis el porqué llamarle así. Tal como relata el propio Naoto: "...estaba tumbado junto unas vacas muertas, parecía triste y deprimido. Su pelo había desaparecido y se le veía sumamente delgado. Cuando me acerqué, no reaccionó agresivamente, sino que, al contrario, parecía feliz de encontrar un hombre, vivo. Así que me siguió hasta mi furgoneta y lo traje a casa y lo alimenté"
Pero también alimenta a gatos, cerdos, vacas, caballos, incluso un pony y dos avestruces.Taro |
Ishimatsu |
Evolución y mejoría de Kiseki |
Matsumura decidió quedarse para alimentar y cuidar en lo posible a estos animales hasta que el Gobierno y el pueblo japonés se decidiese a llevar a cabo alguna acción para reconstruir la región, con la descontaminación del suelo y la reconstrucción de las casas. Él sabe que, tarde o temprano, morirá de cáncer, pues los niveles de radiación superan los niveles tolerables para las personas y él no utiliza ni trajes aislantes ni guantes. Pero este sacrificio se ve recompensado por la satisfacción personal de cuidar a estos animales. Quiere morir en su tierra y afirma estar "lleno de ira... Mi responsabilidad es quedarme y es mi derecho estar aquí" "No hemos aprendido aún"(haciendo referencia a otros desastres nucleares como el de Chernobyl)
Se alimenta a base de comida enlatada que compra periódicamente. Su honestidad le impide entrar en las casas abandonadas y quizá así llevar una vida más cómoda, pues piensa que esas cosas no le pertenecen. Incluso compra su propia gasolina, cuando se encuentra rodeado de coches abandonados, posiblemente con el depósito lleno.
Ha pasado dos veranos y un invierno sólo, sin electricidad y sin agua corriente. Por suerte, Matsumura ya no se encuentra sólo en su lucha. Los trabajos de descontaminación ya han comenzado y cuenta con la ayuda de Gattsu Fukushima y Gambaru Fukushima, dos organizaciones dedicadas a proteger el ganado y las mascotas de la zona.
Y con la ayuda de Nancy Caron y de Nancy Holohan, que han creado una página de Facebook en la que mostrar las actualizaciones en la vida de Matsumura y "sus" animales: NAOTO MATSUMURA, GUARDIAN OF FUKUSHIMA´S ANIMALS Y otra página en la que es posible hacer donaciones para ayudar a Matsumoto en la compra de comida y demás necesidades de los animales: NAOTO MATSUMURA AND TOMIOKA'S ANIMALS
No ha sido hasta hoy que me he decidido a escribir sobre este gran héroe, pues leí un estudio que afirmaba que los perros de Fukushima mostraban menor agresividad que otros criados en condiciones normales y recordé haber leído hace tiempo algo acerca de él ¿Qué queréis que os diga? Investigar sobre él y su labor, ver las fotos y leer las historias de los animales en Facebook ha sido un camino doloroso y lleno de lágrimas. Pero la mayoría de estas lágrimas han sido lágrimas de alivio al saber que algunos de esos animales tuvieron la suerte de encontrar en su camino a este ángel de la guarda, dispuesto a dar su vida, por ayudarles a ellos, por hacerles más fácil la suya y por darles un poco del cariño perdido. Matsumoto es un héroe en toda regla, un corazón puro que ha encontrado en la ayuda a estos pobres animales su destino.
PD: Si queréis ver algunos de los vídeos que él mismo grabó en la zona, podéis acudir a Youtube, a su canal: http://www.youtube.com/user/naotobooboo?feature=g-hist
14 comentarios:
Esta entrada me ha dejado sin palabras y me ha hecho perder alguna lagrima... maravillosa y a la vez triste historia.
No tengo palabras, este hombre es la personificación de la bondad. Gracias por compartir esta historia.
Ays...
Es una historia maravillosa, que nos muestra como deberiamos de ser todos, simplemente humanos, ni mas ni menos. El hecho en sí que nossorprenda ya dice mucho de nosotros...
Como siempre chavala, chapeau !!
Sólo puedo deciros que cada vez que lo releo, me salta la lagrimilla. Este hombre es grande y merece el máximo reconocimiento.
Gracias por pasaros por aquí y dejar vuestro comentario. Espero poder seguir escribiendo entradas que os toquen el corazoncito.
Saludos y hasta pronto!!
Impresionante y conmovedora historia. Gracias Gloria! Compartiré ese post todo lo que pueda para difundir tan bonita historia.
Abrazos!
Gracias a ti, Patricia!! Gracias por leerla y por difundirla. Creo que este hombre se merece que su hazaña sea contada una y otra vez. Como dicen en otro comentario, es la bondad personificada.
Saludos y hasta pronto!!
¡Hola `parienta´! Comparto y me uno a los comentarios que te han dejado...Conocer esta admirable historia -para mi, una historia de amor- no sólo nos conmueve, sino también nos devuelve la fe en la Humanidad y la esperanza de que este mundo puede ser mejor.
Un abrazo :)
Qué razón tienes, Laura!!! No nos viene mal recobrar un poquito de fe en este ser humano, tan egoísta por naturaleza. Saber de estas historias nos hace ser un poquito más felices porque vemos que sigue habiendo gente de buen corazón :)
Hasta pronto, "parienta"!!
Deberían darle un premio nacional e incluso mundial, por su impresionante y extremadamente valiente misión.
¡Cuánta razón tienes, Pía! Muy pocas personas estarían dispuestas hoy en día a lo que él está haciendo allí sin electricidad, sin calefacción, sin agua caliente... Esperemos que alguna autoridad competente le reconozca su labor y así se difunda más la misma.
Gracias por pasar y dejar tu comentario :)
Emocionada y sin palabras! Yo!
Emocionada y sin palabras! Yo!
Es una historia completamente conmovedora, Ester. Lógico que te quedes sin palabras.
Gracias por pasar por aquí y dejar tu comentario. Muuuaaaaaaa...
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